Exalto tu belleza
que me abraza
en ese mar
de rostros entumecidos, lívidos;
sus órganos laten muertos
y la bilis estalla
con las lágrimas de mi
pluma negra,
que escribe y no logra decir que
se expone en una
fiesta de burla amarga.
El opio del desborde
maquillado de risas estentóreas,
que en su explosión
lloran un sepulcro amargo.
Fatiga y hastío
donde ya nada
donde ya no tiempo
Donde ningún brote renace,
Sólo gusanos carcomiendo
lo que podría haber sido belleza.
Donde ya nada,
donde ya no tiempo
¡donde ya no deseo!
¡Deseo!
Fluido desbordado,
inmerso en mi devenir errante
¡de profusos versos!
Flores, niños y perros
bailan una música
mientras el sol y el mar
copulan en el horizonte a lo lejos.
Y la mirada que no llega,
que no se alcanza
porque el cuerpo
agoniza desintegrado de belleza.
Rosa del mal,
miniatura de este presente efímero
se desintegra en ese presente bufo
de lo que ya está dejando de ser
En esos rostros de opio
no hay pregunta ni búsqueda
por la razón del tiempo.
Frente a ello, te digo,
rosa del mal,
que mis ojos no
se alcanzan para mirar
y se me carcome
el cuerpo trastocado de
belleza.
Denise Pascuzzo nació en Buenos Aires, el 4 de enero 1982. Es estudiante de Letras en la Universidad de Buenos Aires. Transita el último tramo de la carrera y se especializa en Literatura Latinoamericana y Argentina. Escribe poesía desde hace tiempo y comienza a aventurarse en el campo de la narrativa. Actualmente se encuentra a cargo de la redacción y corrección de la Gaceta Empresaria, una publicación del Partido de San Martín. Desde hace un año, realiza trabajos de desgrabación de cursos de literatura en el Malba (Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires).
Escritora de la revista metaliteratura, donde podrás seguir leyendo sus textos.
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